2016 un nuevo año de la política argentina

2016 un nuevo año de la política argentina

*Por Valeria Arata – Diputada Provincial

El  2015, como todo año electoral, estuvo caracterizado por la felicidad de enfrentar un nuevo proceso democrático, pero al mismo tiempo estuvo determinado por las tensiones y la incertidumbre que genera transcurrir, lo que en esta oportunidad, iba a definir la continuidad o el cambio en la vida de los argentinos.

El proceso fue largo, y estuvo bañado de enfrentamientos, denuncias y acusaciones, que posicionaban, por un lado a la impunidad de un gobierno que luego de 12 años se aferraba adictivamente al poder. Y por otro lado, a los que ya no soportábamos los métodos y las acciones de quienes utilizaron la legitimidad popular para adueñarse del estado y utilizar sus herramientas, por fuera de la legalidad, para hacer uso y abuso de sus facultades.

Desde las PASO de agosto, pasando por las generales de octubre y llegando el ballotage de noviembre, todo fue dicho en la política argentina. Las posibles catástrofes, la implantación del miedo, las profecías reveladas, las promesas de felicidad, los pedidos de fe y esperanza. Pero nada pudo cambiar la dirección de las urnas que inexorablemente se dirigían a la finalización de un ciclo.

Así dejamos atrás, las cadenas nacionales, las mentiras del Indec, los distintos tipos de dólar, la inflación que no existía, la brecha entre ellos y nosotros, los Moreno, los Boudou, los Lázaro Baez, los Anibal Fernandez, la sensación de que existían dos países, el de los patriotas y el de los traidores.

También crecimos en el 2015, porque tuvimos por primera vez, nuestro merecido debate presidencial, donde se expresaron, con presencia o ausencia todas las voces. Porque por primera vez se concretó una instancia de ballotage para elegir el presidente de los argentinos. Porque a pesar de no resultar victorioso en las elecciones presidenciales, el Frente Renovador liderado por Sergio Massa, puso alta la vara al hacer una campaña de propuestas concretas, y equipos técnicos que elevaban el debate. Y fundamentalmente hemos crecido porque vamos por los 33 años de democracia ininterrumpida.

Ahora comenzamos un nuevo año y mi mayor deseo es que aprendamos de lo que hemos vivido. Que las promesas se conviertan en contratos, que el estado sea de todos, y para todos, que la honestidad sea valorada, y la corrupción juzgada, que la república sea una bandera y no una utopía y que la constitución sea la garantía de un país mas justo.

Ni todo lo hecho fue malo, ni todo lo que vendrá será perfecto, pero debemos construir una sociedad equilibrada, con límites éticos y morales, que utilice las normas para beneficio del pueblo y no para intereses personales. Ese es nuestro desafío, ser un espacio político constructivo, oponiéndonos con propuestas, motivados por la vocación de colaborar, no solo con un gobierno, sino con todos los vecinos que merecen vivir en un país mejor. Siendo flexibles en el debate, pero firmes en la defensa del bien común, convirtiéndonos si fuera necesario en el limite a la impunidad del poder.

 

 

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