BARENGHI DE NUEVO EN LA ESCENA POLÍTICA

Sergio Barenghi , empresario local, de familia peronista, dedicado al comercio al igual que sus padres, tiene aspiraciones de jugar en la escena política nuevamente. Hoy, pasa la mayor parte de sus días en el galpón de su empresa, dedicada a la fabricación de colchones, que trabaja palmo a palmo con la industria del mueble y la decoración. 

Su negocio de venta por mayor y menor está ubicado en la ruta nacional Nº5, en las puertas de nuestra ciudad.

“Cada color de espuma registra una densidad distinta, según lo que cada cliente requiera. Somos una pyme, con todo lo que eso significa. Es muy difícil impulsar una pyme a nivel país, desde una ciudad como Bragado. Pocos hombres lo han logrado, están ‘Cala’ Bielsa con Le Utthe, antes la Acería. No es lo mismo arrancar en el Gran Buenos Aires, por ejemplo, que hacerlo aquí”, explica, mientras se ufana de ser un integrante más de esa selecta lista.

Barenghi también se ha convertido en los últimos tiempos en una especie de vocero del sector de las pequeñas y medianas empresas en contra de las políticas actuales del gobierno nacional, para su sector. “No me arrogo ninguna representatividad, pero sí conozco muchas pymes y sé por la situación que están pasando. El combo es casi perfecto para que dejen de existir, es decir, hay un permanente deterioro de la moneda, inflación, falta crédito, el mercado interno que se deprime. ¿Quién va a financiar el proceso productivo en estas condiciones? Los bancos lo están haciendo a tasas usurarias, que superan el margen de rentabilidad que se pueda obtener. Así, no hay forma de que la rueda siga funcionando”, argumenta.
Quizás ese contexto adverso para la pequeña y mediana empresa haya sido el elemento que lo catapultó nuevamente al mundo de la política, siempre dentro del Justicialismo, puede  jactarse, sin temor a sonrojarse, de ser un defensor inclaudicable de la industria nacional.

“Nunca dejé de pertenecer al peronismo, y además creo que el Partido tiene las herramientas para transformar este país, a partir de un proyecto que incluya a todos los habitantes, en el que el destino de las personas no esté marcado desde la cuna, en el que el hijo de un obrero pueda ser llegar a ser profesional y quienes provengan de un hogar humilde pueda desarrollarse. Hacía varios años que estaba inactivo, pero se fueron dando algunas situaciones, una de ellas la muerte del exintendente Aldo San Pedro, que dejó una acefalía de liderazgo y algunos compañeros me empezaron a plantear la posibilidad de volver a actuar con mayor protagonismo”, comenta el hoy congresal del Partido Justicialista (PJ) bragadense.

Además de su paso por el Concejo Deliberante, Barenghi ya registra una participación en un proceso electoral, en 2003, cuando sus aspiraciones de competir por la intendencia como candidato de su agrupación Puro Peronismo naufragaron en la orilla.

En aquella oportunidad, luego de consumada la decisión de la Junta Electoral partidaria, publicó una dura solicitada en los medios de prensa: “Creemos haber llegado a un sector importante de la comunidad con nuestra propuesta. Desde el poder nos han respondido de la manera más brutal e impensada, impidiéndonos participar de todas las formas posibles. Es inadmisible que perteneciendo a un partido que sufrió proscripciones por 17 años, haya hombres que se valgan de estos métodos para eliminar a quienes no piensan igual”.

Hoy, mucho más reflexivo, rememora la fallida experiencia: “Hubo una decisión de la Junta Electoral de dejarnos afuera, a partir de un sistema muy intrincado de participación. Como no estábamos dentro de la estructura partidaria del peronismo, sino que éramos una agrupación de militantes y vecinos, nos impidieron participar. Lamentablemente, es algo que muchas veces pasa dentro de los partidos políticos en Argentina”.

Sin embargo, si llegara a concretarse la posibilidad de jugar en 2019 la elección que no pudo disputar en 2003, no se trataría para Barenghi de una dulce venganza. “Para nada sería una revancha. La vida no me debe nada, ni yo le debo nada. Si fuera candidato sería un aporte de mi parte, si es que sirve, a partir de la experiencia que he acumulado en la vida. Estoy feliz con los amigos que he cosechado en la vida o en la política”, aseguró.

Su nombre ha comenzado a sonar con relativa potencia en las últimas semanas, como uno de los posibles aspirantes al Sillón de Blanch el año que viene, representando a la oposición peronista al oficialismo de Cambiemos. La idea, por otra parte, que por el momento se encuentra en el estado de expresión de deseos, tiene todavía un largo trecho que recorrer: “Lo estoy meditando, pensando muy seriamente en mi interior, porque asumir el desafío de dedicarme a la política, que es una de mis pasiones, significaría hacer a un lado este emprendimiento, que es una gran parte de mi vida, y dejarlo en manos de mis hijos”.

FUENTE: La voz de Bragado

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