El fantasma del “récord no deseado”: Gatica podría ser el primer intendente de Bragado que no consigue la reelección

El resultado adverso de las PASO colocó al intendente de Bragado, Vicente Gatica, frente a un escenario impensado antes del recuento de votos del pasado domingo 11 pasado: tras su ajustado triunfo con sabor a derrota, podría pasar a la historia como el primer jefe de su comuna en no lograr al menos una reelección, desde el retorno a la democracia, si es que no consigue salir victorioso del llamado a las urnas del 27 de octubre.

Desde el final de la última dictadura militar, el 10 de diciembre de 1983, hasta la fecha, el listado de intendentes bragadenses revela que todos los ocupantes del despacho principal del Palacio Municipal consiguieron perpetuarse en su cargo al menos por un período constitucional, cada vez que lo intentaron. El primero fue el peronista Ricardo Vicente Ienco, que en el amanecer del orden democrático restablecido se proclamó jefe comunal tras superar al radical Eduardo “Pocho” Angione.

Cuatro años más tarde, en el ’87, logró la reelección y sacó una ventaja de algo más de 2.000 votos al entonces candidato del radicalismo, Alfredo Godoy. Hay una única excepción a la regla y es la del caudillo radical Ernesto Figueras, que en el ’91 decidió regresar al “pago chico”, cuando todavía le quedaban dos años de mandato como diputado nacional, para robustecer a la Unión Cívica Radical (UCR) local y sacar provecho de un peronismo fraccionado, que presentó como candidato a un entonces desconocido Vicente Regueira.

Pero para las elecciones de 1995, el intendente se corrió de la escena y el candidato oficialista fue el ascendente concejal Orlando Costa, que con un total de más 11.000 votos despedazaría el sueño peronista de Ramón Cirigliano, que obtuvo una suma nada despreciable en el escrutinio, de más de 10.200 sufragios. Para 1999, con un Costa afirmado en el timón de la comuna y Figueras como presidente del Comité, la fuerza radical sumó el apoyo del FREPASO, que a nivel local Bragado encontraba entre sus filas a una figura de gran porte: Aldo Omar San Pedro.

La combinación resultó letal para un justicialismo languideciente, que apenas superó los 6.300 votos, frente a la escalofriante cifra de 16.688 de la lista de la Alianza. Costa conseguiría defender el territorio en las elecciones de 2003, aún con los coletazos de la caída del gobierno de Fernando De la Rúa y el ascenso de Néstor Kirchner a la primera plana nacional, con un triunfo contundente frente a Eduardo “Laly” Gatica, y se convirtió así en el primer intendente desde el advenimiento de la democracia en conquistar su tercer mandato consecutivo.

Los vientos cambiarían en 2007, cuando el entonces senador provincial Aldo San Pedro -otrora aliado de Costa- superó al jefe comunal radical, y por primera vez, desde el ’83, el municipio quedaba alineado en su color político de gobierno con Provincia y Nación. San Pedro alcanzaría su reelección sin dificultades en 2011, con un aplastante triunfo sobre el concejal radical Fernando Nerien el esplendor del proyecto kirchnerista en todo el país.

Pero, cuatro años después, la “ola amarilla” desatada por Cambiemos depositaría a Vicente Gatica al frente de la Municipalidad, poniéndole fin a ocho años de sanpedrismo. Ahora, el actual intendente busca detener su desplome electoral, al ritmo de la abrupta caída de la misma fuerza que lo llevó a la cima. De no lograrlo a tiempo, podría adueñarse de un récord que a nadie le interesa presumir.

 

Fuente: LAQUARTAWEB.COM

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