El intendente del partido de Bragado hasta el 10 de diciembre, Vicente Gatica, se fue ayer del palacio municipal cerca de las 14 hs y un grupo de funcionarios y empleados municipales se acercaron a las puertas de su despacho en una especie de despedida simbólica, que tuvo momentos emotivos para el próximamente ex jefe comunal.
Como sucede a veces, los intendentes y los funcionarios se marchan, mucho más silenciosamente de lo que llegan…pero de igual modo, los cercanos, los afectos cosechados en el camino y los empleados de planta que reconocen su “buen paso como jefe comunal”, los despiden.
No son ceremonias grandilocuentes ni promocionadas, se dan un poco de forma espontánea y un poco entre amigos cercanos…algunos lo llaman “un mimo”, un reconocimiento a quien con errores y aciertos ha sido el jefe durante un lapso de tiempo importante.
Cuando traspasan la puerta del “palacio de calle Alsina” donde estaría (porque ya no está hace muchos años) el sillón de Blanch (quien fuera intendente también) pasan de nuevo a ser vecinos comunes…sin “el cargo y sin la carga”, esa que públicamente los identifica y los pone en un lugar de “vidriera responsable de los actos públicos” y de conducir los destinos de todos.
Seguro que Vicente, al igual que muchos otros que traspasaron la puerta para cerrar etapas, se va con logros y con pendientes.
En la jornada del jueves 7 de diciembre, último día contable y administrativo de la gestión Gatica, el todavía intendente se fue aplaudido, abrazado y contenido en su emoción por un grupo de personas que lo acompañaron estos años de trabajo…
El domingo le entregará los libros contables, las llaves y algunas otras cosas pertenecientes a los “atributos” al nuevo intendente: Sergio Barenghi, y de este modo, cerrará sus 8 años de mandato, y en el hall del edificio municipal se colocarán dos placas, de igual tamaño, en donde estará su nombre conformando una lista de ex intendentes del Partido de Bragado.
