Según Durán Barba la sonrisa sería lo más importante a la hora de convencer a los ciudadanos de que todo está bien y que “vamos para adelante”. Por eso, en el círculo más íntimo del gobierno del presidente MM, lo que nunca debe perderse es “la sonrisa”.
Es cierto que sobre las no tan sólidas bases en las que puede sustentarse esta teoría, muchos adhieren, incluso afirmando que “la sonrisa cura”, que “la sonrisa cambia los ánimos” y que hace muy bien “sonreir”.
Sostener un gobierno, con anuncios POCO simpáticos, ajustes, reformas retrógradas en educación (léase la reforma en la provincia de Buenos Aires), acuerdos con los sectores del empresariado, inflación, rescesión y despidos, no es fácil sólo con una SONRISA.
Del otro sector de la biblioteca, algunos consideran que la sonrisa excesiva suena a “chanta”, que reirse sin sentido “es de bobos”, que la sonrisa eterna no existe, que es “falso” aquel que vive su vida sonriendo, porque es POCO REAL.
