TODOS EN LA ESCUELA

La presencialidad plena comenzó a regir en Bragado el pasado lunes, y los estudiantes volvieron a las aulasa sin burbujas. Con una distancia entre sí que no logra los 90 cm (según ellos mismos manifiestan) y con una cercanía que no es la que determinarían los inmensos protocolos escritos en tiempos de pandemia.

Es que para protocolizar hay mucha gente…para dictaminar hay muchísimos más…pero, para controlar? nadie controla lo que se sabe sería INCUMPLIBLE.

Las escuelas de Bragado no tendrían el aparato que mide el dióxido de carbono en cada salón…en realidad, ¿Habrá en todas las escuelas al menos uno?

La salida de los niños en cada establecimiento ¿cómo se determina?

Cuando llueve , como sucede estos días ¿todos se juntan? ¿Hay distanciamiento?

Los bancos de los alumnos en todas las escuelas ¿son individuales?

Todas estas preguntas podrían tener una respuesta que es , ni más ni menos, que controlar que se cumpla lo que se dispone…pero en realidad, no es que las escuelas o sus directivos no deseen cumplir los protocolos, lo que sucede es que…”algunos serían utópicos”.

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