Sin petender hacer mención a la famosa película de los años 50, el título refiere a las recientes lluvias en Bragado, y lo que quedó de ese temporal.
Es literal la afirmación, porque basta dar una vuelta por los barrios bragadenses y hablar con los vecinos para ver lo que han pasado, y lo que siguen pasando, más allá que la lluvia ya no sea intensa.
Los canales sin limpieza, las bocas de tormenta sin mantenimiento, los desagûes sin atención debida previa a estos fenómenos climáticos esperables y lógicos…eso significa un “combo” que causa estragos en muchos sectores.
Tardíamente el municipio reaccionó y mandó a limpiar canales, que ayudaron a que el agua bajara…pero estos trabajos ¿`pueden hacerse antes?
La solidaridad estuvo al día, vecinos ayudando a vecinos, una cadena de mensajes en las redes y una ausencia de autoridad y estado: esas fueron las postales de esta lluvia que superó los 300 mm en pocos días.
Bragado fue un mar de barro y mugre. En enero del 2022, a pocos meses de las últimas elecciones donde se renuenvan las esperanzas pensando en que todo mejorará, los vecinos y vecinas padecieron la inacción en obras de larga data.